martes

Cap.6 Mi turno


En esta parte de la historia, yo lo siento mucho, pero vamos a tener que hacer unos pequeños saltos en el tiempo. La relación de Sergio y Ana fue larga y tuvo sus altos y sus bajos. Muchos bajos. Y yo ya no me acuerdo de todos, así que solo voy a contar aquí la razón por la cual Sergio y yo nos fuimos haciendo más amigos.

Ana no era exactamente una mujer hecha y derecha. Decía muchas tonterías y le gustaba mucho ligar con chicos, digamos tontear con ellos. Ella al principio no te tomaba muy en serio la relación con Sergio, la verdad. Estaban los dos todo avergonzados y ni se abrazaban, pero a los tres meses ya estaba acaramelados por los pasillos del instituto. Pero aún después de asentar su relación, Ana a veces se olvidaba de que tenía novio, y no podía ligar con chicos así como así.

Había un ex novio de Ana en su clase de matemáticas, se llamaba Jose Mari. En realidad, ese ex era el grupo “más que novio, complemento” porque la Ana ni le quería, simplemente le pareció bonico y no se lo pensó dos veces. Pues bien, Jose Mari estaba coladito por Ana, así que para empezar a acercarse un poco más a ella, empezó a mandarle notitas en clase, hablando de temas más bien sin sentido, pero para que se fueran haciendo amigos.

Ana, con todo lo inocente (y tonta la verdad) que ella es, no se dio ni cuenta de lo que el Jose Mari sentía por ella así que le siguió el royo como amigos, pero decidió no contarle al Sergio lo de las notas ya que se podría enfadar.

Eso fue un error, porque las mentiras tienen las patas muy cortas, y a Sergio le dio igual que se pasaran notas, lo que no le gustó cuando se enteró es que Ana se lo escondiera, porque eso le hacía pensar que no eran solo amigos, y que vete tú a saber que se decían en las notas si Ana no quería que se enterara. La verdad es que visto así haría dudar a cualquiera.

Para ayudar, lo amigos de Sergio se empezaron a inventar y dijeron que Ana estaba con Jose Mari, y como eran sus amigos, Sergio empezó a dudar más todavía.

Cortaron.

A mí no me hacía gracia que cortaran, pero tampoco me molestaba demasiado, porque eso me daba una oportunidad con nuestro Adonis, pero aun así Ana era mi amiga, y no podía dejar que lo pasara tan mal.

Hable con Sergio, más bien por msn porque no podía verlo en persona, y le dije que Ana le quería, que nunca le iba a engañar (es muy pronto para desvelar lo errores, pero me equivocaba en eso…), que ellos estaban hechos para estar juntos, que tenía que confiar en Ana, y que no se creyera los rumores, que mentían… Al final conseguí disipar bastante sus dudas, y con eso al final se arreglaron y volvieron, con la condición de “no más notitas con Jose Mari” que Ana aceptó sin rechistar.

Y aquí no voy a mentir, esa fue una de las tantas conversaciones que tuve con Sergio en las que me convertí en su consejera particular para casi todos sus problemas, y en las que me acabé enamorando de él. Enamorada del novio una de mis mejores amigas. No suena muy bien pero era verdad. Ya me he acostumbrado a la situación incluso.

Cap.5 El turno de Ana


Yo: Has hablado ya con tu primo?

Preferí dejarle un mensaje privado en tuenti a pesar de que estaba conectado, ya que así fue también como hablamos la vez anterior, nadie tenía porqué enterarse.

No tardo demasiado en responderme, un verdadero alivio porque tenía prisa, llegaba tarde a clases de inglés, y como también iba Ana a esas clases quería tener buenas noticias que contarle.

Sergio: Pues si está aquí conmigo xD

¡Pero dime qué te ha dicho! Desde luego que razón tienen los artículos de revistas, que dicen que los hombres no pillan las indirectas simples, las obvias, o las complejas. Les tienes que decir las cosas claras.

Yo: Y qué te ha dicho!?

Me pase el minuto, que me pareció un cuarto de hora, que tardo en responder dándole a inicio en tuenti para que se actualizara la página y esperando ver un mensaje personal nuevo que, al fin, apareció.

Sergio: Pues al final me ha dicho que si, que salga con ella…

Yo: Dios que guapo! Si quieres se lo digo yo a la Ana ahora que voy a inglés con ella, pero quedaría mucho mejor que se lo dijeras tú en persona.

No quería terminar la conversación con eso, ya que tenía muchas ganas de quedarme a hablar con él, pero mi madre ya me estaba gritando que bajara, que ya era hora de ir a las clases, así que no me quedaba otra que darme prisa.

Sergio: No mejor díselo tu que a mí me da corte xD

Yo: Ok, bueno me voy ahora se lo diré ^^

Sergio: Adiós

Yo: Adiós, besos (L)

Sergio: Bss

Aunque parezca mentira, yo no soy de esas que ponen besos y te quieros cuando se despiden. Yo suelo poner un simple adiós y a veces un corazón negro que tengo como símbolo en msn, pero en ese momento quería mandarle un beso, y ya que si se lo decía ahora parecería una simple despedida, aproveché.

Yo no sabía que con la tontería de querer decirle cosas así, acabaría despidiéndome diciendo “Adiós, muchos besos, te quiero (L)” pero solamente con él. Nunca se dio cuenta de esto, y fue un alivio. A mí no me gustaría darme cuenta que un amigo solo me pone “besos” y “te quiero” a mí, porque estaría bien claro que no me ve como amiga y se jodería la relación.

Cuando llegué a clases de inglés y se lo conté a Ana, se puso contenta no, lo siguiente. En esos momentos me dio rabia. Yo creía que era envidia porque Ana había otro chico con el que salir, y además bastante bueno, pero en realidad era por otra cosa más fuerte que la envidia. Cuando Conchi se enteró no puso la misma cara que yo puse al ver a Ana tan contenta. Creo que hasta se alegro por ella. No sabía lo que le iba a tocar después.

miércoles

Cap.4 La conversación

Tuve suerte, y cuando lo agregué estaba conectado. Hablé con el por mensajes privados. Aún tengo la conversación guardada. Os dije que esto era totalmente real, y toda esta gente existe, ni les estoy cambiando el nombre, así que no lo toméis en broma.

Yo: Oye, qué ha pasado contigo y con la Ana, que casa uno tiene sus versiones y yo no sé qué creerme.

Sergio: Versiones de qué?

Yo: Mira lo que a mí me han dicho a sido que ella te ha pedio salir y que tu no querías porque ella era muy pequeña y después me han dicho k esa carta tú no sabes nada de ella.

Sergio: Ella a mi no me ha dicho nada jajaja y la carta le dije yo al Jaime que la escribiera, madre mía lo que se inventan jaja

Esta parte me sorprendió. Yo que aún no lo conocía de nada, descubrí en ese momento dos cosas bastante valiosas en un chico: tiene sentido del humor y no le importa lo que digan de él.

Yo: Por qué le dices que no a la Ana? Angelica, con lo buena gente que es.

Sergio: Yo no le he dicho que no, solo digo que ella es muy pequeña para mí.

Cierto, ya no lo recordaba. Nuestro Adonis tenía sus fallos, y es que era un estudiante penoso, repitió primero y segundo, por lo tanto se queda con 15 años comparados con los 12 de Ana. Había diferencia.

Yo: Bueno la edad tampoco es lo más importante, joder,

Sergio: Es que yo he dicho algo!? xD

Vaya, ahora se contradice. De todas maneras esto solo puede ir a mi favor.

Yo: Si que lo has dicho! Acabas de decir que es muy pequeña para ti!

Sergio: Pues si es que es verdad, ella tiene 12 y yo 15

Yo: Pero que más da! Me acabas de decir que la edad no importa!

Contradecirlo a sí mismo es una táctica muy buena para que dude de lo que debe hacer.

Sergio: Ya, si a mi no me importa pero yo que sé

Yo: Es que si te gusta, te gusta, da igual la edad

Sergio: Oye que yo no he dicho que me guste eeh! xD Para mí no es fea ni guapa, me entiendes? Es que la veo pequeña para mí.

Yo: O sea que no te gusta? O es porque sea pequeña? A ver que me respondes que te muerdo xD

Sergio: Es porque es pequeña eeh, no me comas! xD

Yo: Y si fuera mayor te gustaría

Sergio: Pues…. sí.

Yo: Y ahora qué vas a hacer?

Sergio: Pues le peguntaré a mi primo, que él siempre me sabe aconsejar bien.

Yo: Ok, cuando sepas ya lo que le vas a decir me avisas, que me quiero enterar ^^

Ya solo me quedaba esperar. Realmente me dio muy buena impresión en esta conversación. Todas las que habíamos tenido antes habían sido prácticamente de Hola y Adiós. Si, este chico tenía algo especial, era diferente. Me quedé esperando con la esperanza de que no tardara demasiado, ya que la paciencia no es uno de mis fuertes.

sábado

Cap.3 Encantadas de conocerle

-Bueno Sergio, esta es una amiga mía que la conozco desde que nací, se llama Ana, y estas son sus amigas, Nerea y Conchi.

El Adonis, por lo visto llamado Sergio, nos sonrió un poco sonrojado, seguro que ya le habrían contado alguna historia de que nos gustaba y estaba reciente la broma del recreo. Yo me sonrojé, y parece que mis amigas también. Sus ojos azules se posaron en Ana.

La verdad es que fue un momento un poco bochornoso: los cuatro nos mirábamos sonrojados y con una sonrisa estúpida pintada en la cara que parecía gritar “me muero de vergüenza”. Todos menos Jaime, claro, que parecía disfrutar de ese momento tan incómodo entre nosotros.

Al final nos decidimos y le dimos dos besos homologados para las presentaciones, con sus “encantada de conocerte” correspondiente.

Ya teníamos que irnos a nuestra clase pero las tres sabíamos los que había pasado ahí: Ana se estaba enamorando.

Sí, vale, ahora diréis “pero tu como lo sabías, si es ella la que siente las cosa, etc.”, pues lo sé porque después me lo contó listillos. Y siguiendo con la historia, eso fue como un flechazo de las películas. Yo la verdad, al principio, no me creí ni una de sus palabras, pero después de ver la de veces que puso sufrir por él la acabé creyendo. Conchi la creyó antes. Supongo que ella no se hipnotizó con los ojos de ese tal Sergio y tubo tiempo se mirar cómo se iluminaban los de Ana.

Esa tarde, por lo que me acabé enterando después, Jaime fue a casa de Sergio con noticias sobre Ana. Esta le había dicho a Jaime que le gustaba un poco bastante ese nuevo amigo que le presentó, y le pidió ayuda para ver si podía tener algo con él.

Jaime estuvo bastaaante tiempo hablando con Sergio, intentando convencer de que probará suerte con Ana, que era una gran chica y que seguro que iba a funcionar. Al parecer no lo consiguió convencer, pero sí consiguió que dudara, y eso fue bastante para que acabara cayendo.

Agregue a Sergio a tuenti. Tenía interés por saber más de ese chico.

jueves

Cap.2 Comencemos pues

Bueno lo primero me voy a presentar, yo soy Nerea, soy la escritora y sí, también formo parte de esta historia. Mis dos amigas: Ana y Conchi. Me gustaría contar detalles sobre ellas, pero este no es el momento ni el lugar para enrollarse a contar sus vidas. Sólo voy a deciros que éramos medio populares, porque muy mucho tampoco, pero nos conocía la gente. No es por alagarnos ni nada parecido, pero a decir verdad estábamos muy bien proporcionada para unas chicas de 1º de ESO, ya que las demás no tenían mucha delantera que digamos, tampoco me quiero meter con ellas.

Toda la historia que voy a contar empieza con esto, así que atención. Todo empezó un día como otro cualquiera. Salimos al recreo y nos fuimos a un muro que hay en nuestro instituto, que es más bien la pared de una rampa pero te puedes apoyar y se está bastante bien. Había un grupo de chicos de 2º cerca de nosotras. Como entre ellos estaba un amigo de Ana, dimos el visto bueno entre nosotras para poder cotillear sin disimulo ninguno qué tal estaban esos chicos. Había uno, alto, su camiseta verde tapaba su cuerpo aparentemente musculoso, aunque un poco flaco, pelo corto, y, de lo que nos daríamos cuenta después, unos ojos azul cielo que enamoraban al más frío.

En ese momento (el peor momento posible, creo yo) nos vino el pavo. Es una expresión un poco extraña, sí, pero todas sabemos lo que es que te venga el pavo: de repente empiezas a hacer tonterías y a reírte como una posesa sintiéndote la persona más feliz del mundo por esos segundos. Total, que nos pusimos Conchi y yo a chillar “¡El de la camiseta verde!”. Me acuerdo perfectamente de ese momento: Conchi y yo usamos todas nuestras dotes de disimulo (que eran pocas) y rapidez para escondernos detrás del muro de manera que, cuando sus ojos azules buscaran quién le había llamado, se cruzaran con el negro profundo de Ana, a la que le entraba la risa tonta estropeando parte del romanticismo.

Al cambio de clase, el amigo de Ana que estaba entre el grupo de ese Adonis de ojos azules se nos acercó, que por cierto se llama Jaime, que ya era hora de ponerle nombre, y nos dijo que si le queríamos conocer, el nos lo presentaba. Estaba claro que usar el plural era simple cuestión de cortesía, porque nosotras en ese momento solo veíamos a ese chico como un tío bueno, pero Ana quería saber más.

De esta manera tan simple y tonta empezó todo. Ana ni se podía imaginar lo que iba a vivir con ese ojos azules tan guapo, y Conchi y yo muchísimo menos.

Cap.1 ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Esto es totalmente estresante, no sé cómo he podido llegar a esto. Teóricamente no debería estar así. Teóricamente... no me queda ná. Me he parado a pensar, si ella no hubiera dicho "¡Qué bueno esta ese!", si no hubiéramos empezado con esas tonterías tan nuestras a gritarle, si no le hubiéramos hecho dudar nada hubiera pasado... No hubieran estado juntos, no lo hubiéramos conocido, no se hubieran enamorado, no se habrían peleado, no hubiera habido tantos encuentros, tanta confianza... No estaríamos aquí a su alrededor, sintiéndole respirar y escuchando los latidos de su corazón... No estaríamos aquí viéndole tan indefenso, inocente y perfecto mientras duerme... No estaríamos aquí, enamoradas como idiotas del mismo chico que nos quita el aliento a las tres con solo una mirada. Antes éramos simplemente tres amigas pero esto nos está uniendo, él nos está uniendo, y a la vez nos está separando. Sabemos que solo puede querer a una de nosotras, y sabemos quién es, pero el hecho de que con cada palabra que salga de su boca de nos quite el aliento, el hecho de que su sonrisa nos ilumine el mundo y que sus miradas nos congelen el corazón, nos ilusiona inútilmente, ya que dos de nosotras se quedarán con las ganas de besar esos labio tan perfectos, aunque una ya lo ha hecho y, creedme, eso no se nos está pasando. Una de nosotras ha podido estar con él como todas queremos ahora mismo estarlo, una de nosotras ha tenido varias, no solo una, oportunidades de tenerlo para siempre... Pero se acabó terminando... Y ahora parece que volverá otra vez a empezar, otra oportunidad más y siempre a la misma persona. Eso nos hace a nosotras dos sentirnos aparte y tener una sensación extraña, el hecho de que si les dejamos estar juntos lo pasemos mal y nuestro corazón se quede en nada contra el hecho de convencerla de que no debe y que la conciencia de cada una de nosotras nos ataque continuamente. Es una elección difícil pero aquí las tres sabemos que no la vamos a poder atrasar demasiado.

Bueno, realmente me estoy adelantando mucho a los hechos, debería empezar desde el principio, desde que nos empezamos a enamorar, del por qué y del cómo. Espero que les guste esta historia porque puedo jurarles... que es cierta.