sábado

Cap.8 El verano

Ana y Sergio volvieron de nuevo, juraría que un par de veces, pero su relación era un vaivén continuo de emociones. Cuando estaban bien eran como la pareja perfecta: se querían, se abrazaban, hacía bromas… todo perfecto. Pero después, Ana hacía alguna tontería o Sergio de rayaba por otra y ya estábamos con líos. Cuando llegó el verano, Sergio y Ana no estaban juntos. Se habían peleado a insulto limpio por msn. Estaban bastante cabreados.

Ana decía que Sergio ya no era nada para ella, pero yo realmente me preguntaba ¿a quién quería engañar? Porque ni yo, ni Conchi, ni siquiera ella misma, nos creímos ninguna de esas palabras cuando salieron de su boca.

Las últimas semanas de instituto Sergio no apareció. Las tres estábamos con el corazón en la garganta, esperando encontrarlo detrás de la verja del instituto, verlo un día por un recreo, poderle decir que lo queríamos… Pero eso no iba a suceder.

Fueron malos tiempos en realidad. En dos mese de verano Sergio no doy demasiadas señales de vida. Habló con la Ana un día o dos y lo arreglaron. Conmigo habló una vez por internet también pero, para qué mentir, nuestra relación de había ido deteriorando y no pasamos del Hola. Conchi no tuvo la misma suerte, y eso que fue la que más intento contactar con él. Le mando mensajes, le llamó, intentó quedar, y no hubo suerte. Creo que una vez lograron hablar, pero también se habían distanciado.

Las tres con el corazón roto, casa una a su remedio. Ana probó unos cuanto “más que novios, complementos”. Conchi veía una serie en internet, que se lo pusieron, que la entretenía bastante. Yo procuraba con todas mis fuerzas no pensar en él, y a veces lo conseguía. Intenté conocer más chicos pero no fueron gran cosa.

Para seros sincera, ninguna conseguimos nuestro propósito.

Fue el día del cumpleaños cuando se nos iluminó el mundo a las tres solo con su sola presencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario