martes

Cap.19 ¡Gracias a Dios me olvidé!

Aunque yo ya hubiera pasado de Sergio y lo hubiera catalogado como “caso perdido”, Ana y Conchi seguían con las suyas.

Siento tener que contar esto con menos sentimiento, pero fue algo que pasó sin que yo interfiriera ni nada. Solo puedo suponer lo que sentían.

Tenían una especia de guerra por ver quién conseguía a Sergio. La verdad era patético pero lo último que se pierde es la esperanza.

Se ve que Sergio le dijo a Ana que iba a volver con ella, y Ana se puso… bueno, ya os lo imagináis, es que no encuentro lo siguiente de supermegahipercontentisima.

Peeeero, Conchi subió una foto a tuenti de Sergio y ella. En la foto ponía “Eres como un hermano” y debajo “Pintas mi mundo de colores”. Si no fuera bastante contradictorio de por sí, puso como título “Te quiero mucho, mi niño”.

¿Se os queda la cara a cuadros? Porque a mi desde luego sí se me quedo así. Conchi es mi mejor amiga, no digo que no, pero se había pasado un poco con eso. Y por su parte Ana no se estuvo quieta y siguió con más fotos.

En una de ellas, un collage de Sergio, Ana, y otras dos chicas más que había hecho Ana, Raúl comentó, en broma claro, “Cani xD” en la foto. No lo decía a mala leche, era un pequeño mote que le decíamos a Ana para hacerla rabiar un poco. Pero claro, Sergio, ya de por sí, quería pegarle a Raúl. ¿Por qué? Pues porque Raúl había salido con Ana, cuando ellos eran amigos. Pero apareció la hermana de Raúl, de 20 años o así, y se tuvo que aguantar. Desde entonces no se llevan demasiado bien. Y cuando vio que había comentado pues empezó a meter cizaña. En resumen, se iban a pelear en cuanto se vieran.

Mientras, Sergio también estaba un poco picado con Ana y Conchi con eso de las fotos.

La verdad era lógico. No puedes estar con alguien si, para empezar, tienes miedo de que salga mal y de estar equivocándote con la decisión. Y si una vez te decides viene la amiga de la que iba a ser tu chica y pone que te quiere mucho y que eres su niño… Pues yo creo que Sergio se puso en un pedestal y se creyó que podía hacer lo que quería, porque lo siguiente que hizo fue decir que se había cabreado con Ana.

Pasó en el cumpleaños de Conchi. Fuimos a la piscina y allí se presentaron Sergio y sus amigos. TODOS se acercaron a felicitar a Conchi, ¿menos quién? Sergio. Conchi se cabreó mucho con eso, bueno, primero se deprimió, después se cabreo.

Ana se tuvo que ir un poco antes que nosotras. Sergio ya no tenía excusa. Nosotras no habíamos hecho nada para que se cabreara, como mucho era por la Ana y ya se había ido. Pero nada. Ni acercarse a decir felicidades. Y Conchi tenía muy claro que no iba a ceder.

Yo, la verdad, cuando miraba a Sergio solo veía que estaba bueno, cuadrado, para que se me cayera la baba. Pero no lo miraba como antes, porque me había dado cuenta. Era el chico perfecto, pero no para mí. Yo busco algo diferente.

Un poco antes de irnos, Conchi se harto. Sergio se había ido a unas pistas de pádel, al lado de la piscina, y Conchi no se cortó un pelo en ir a demostrar que estaba enfadada, y mucho. Según lo que me escuché, porque Conchi no me contó gran cosa, fue más o menos así:

- ¿Qué Sergio?¿ Vas a huir de mí ahora también o me vas a escuchar? – dijo Conchi. Es que en la piscina cada vez que nos acercábamos se iba a la otra punta y sí, parecía que huía de nosotras.

- Qué dices, si yo no huyo de nadie. Por cierto felicidades.

- Ya seguro.

Hablaron algo que yo no oí, hasta que la Conchi se estaba hiendo y Sergio dijo:

- ¿¡Ya te has cabreado!?

- No, no te jode… - Conchi dijo eso flojo, pero lo suficientemente fuerte para que Sergio (y yo) lo oyéramos.

Una vez todas cabreadas con Sergio, ya era un punto aparte. Que ellas le seguían queriendo, porque era inevitable, pero Ana intentaba olvidarse con todas sus fuerzas. Por su parte, Conchi, se había puesto a escuchar el grupo favorito de Sergio. No quería pasar página.

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